Asesoro contablemente a varias MYPE con activos que hacen muuu…uuu, en la ciudad de Chiclayo. Mejor dicho, asesoro a varias microempresas dedicadas a la producción de leche fresca en esa parte del país. En total suman cerca de una docena estas MYPE., que han surgido a partir de la experiencia empírica de igual número de emprendedores que por varios años venían explotando informalmente la actividad lechera en la Región Lambayeque; pero, lamentablemente venían haciéndolo sin éxito, a tal punto que sus emprendimientos familiares se encontraban a punto de desaparecer debido a los altos costos de los insumos para el sustento del ganado y el bajo precio de la leche fresca en el mercado local.
Por agosto de 2008 no reunimos con varios de estos emprendedores para estudiar la posibilidad de que su situación mejorase. La idea era de que estos estoicos emprendedores de la actividad pecuaria informal, a partir de los activos que poseían y explotaban se convirtieran en competitivos microempresarios de la moderna industria agropecuaria, por lo que, sobre la base de las relaciones de parentesco que se tejían al interno de la actividad que venían desarrollando, les propuse que se constituyeran en microempresas familiares bajo la forma de personas jurídicas, como: sociedades anónimas o sociedades de responsabilidad limitada.
Profeso la creencia de que el Perú es un país con muchísimos emprendedores y muy pocos empresarios. He dirigido por varios años un programa de capacitación de emprendedores en la ciudad de Iquitos, al mismo tiempo que he asesorado a un número bastante amplio de pequeños empresarios en varias ciudades del país, y sé por ello, que entre emprendedor y empresario median sustanciales diferencias, que solo pueden ser superadas si es que se orienta y revalora la convicción y experiencia del primero. A diferencia del empresario que opera bajo una razón social, una dirección empresarial, tiene una clientela, paga impuestos, y es sujeto de crédito; el emprendedor solo tiene la férrea determinación de llevar adelante un negocio, pero no posee realmente una empresa.
Rememorando una frase de Egórov, que dice: “Ver el polo Norte no es difícil. Lo difícil es llegar hasta el lugar desde el que pueda verse”, construimos nuestro propio slogan de trabajo, que decía: “Ver el éxito empresarial no es difícil. Lo difícil es llegar a un punto del pensamiento desde el cual se le pueda divisar”. Ese punto del pensamiento era sin duda las declaraciones de visión y misión empresarial, que había que comenzar a formularlas en conjunto, para lo cual incorporamos al equipo facilitador a un connotado profesional médico veterinario y exitoso microempresario en el rubro lechero.
El análisis FODA nos permitió determinar que contrariamente a la baja del precio de venta de la leche fresca en el mercado local y los altos costos de los insumos alimenticios para el ganado, que amenazaban con hacer desaparecer en el acto a estos pequeños emprendimientos; la Ley de las MYPE. y la demanda de vientres de vacunos de alto potencial genético en el mercado externo (Ecuador) e interno, se perfilaban como importantes oportunidades para la actividad pecuaria en la Región.
Paralelamente, la auditoría al ambiente interno determinó que la alta calidad de los hatos lecheros de todos y cada uno de los emprendedores del grupo, constituían contundentes fortalezas frente a la precaria gestión empresarial y a la falta de capital de trabajo, que constituían evidentes debilidades.
Una declaración de misión que dejaba de lado la leche fresca como principal producto, y que apuntaría a la producción de vientres de alto poder genético para atender la demanda del mercado interno y externo, permitió desterrar de un solo plumazo la amenaza que se cernía sobre los otrora precarios emprendimientos, para dar paso a prometedoras microempresas, cuya declaración de visión reza más o menos así: “erguirse y consolidarse como la moderna empresa familiar abocada a producir bienes y servicios agropecuarios de alta calidad que contribuyan relevantemente a la conformación de un sector ganadero altamente competitivo en la Región Lambayeque”.
A menos de un año de conformadas estas microempresas que utilizan actualmente inseminación artificial, trasplante de embriones, ordeño mecanizado, y cuentan con capital de trabajo vía la banca, han constituido recientemente el Consorcio Regional Agropecuario “Lambayeque” SAC,, que en adelante se encargará de la producción de forraje y concentrados, la conformación de un centro de recría, y la instalación de una planta procesadora de leche pasteurizada y otros derivados lácteos.
Vemos pues, como un pequeño paquete de tecnologías apropiadas y apropiables, como son: la inseminación artificial, el transplante de embriones, el ordeño mecanizado, etc., y algunos conceptos elementales de la administración científica (análisis FODA), fueron en este caso, medios e instrumentos suficientes para cambiar en poquísimo tiempo, la actitud inefectiva de todo un conjunto de familias que por varias generaciones venían desarrollando la actividad pecuaria en torno a viejas creencias y falsos paradigmas, como los siguientes: a) los empresarios nacen, no se hacen; b) cualquiera no puede comenzar un negocio; c) los empresarios quieren todo para ellos; d) los empresarios pagan su éxito con estrés y salud; e) los empresarios deben ser jóvenes y enérgicos; f) los empresarios son “lobos solitarios”, no pueden trabajar en equipo ni asociarse; g) el dinero es lo más importante para ellos, necesitan mucho de eso para comenzar; h) emprender un negocio es costoso y generalmente termina en fracasos; j) a menos que tenga un coeficiente de inteligencia elevado, nunca será un empresario exitoso.
Por agosto de 2008 no reunimos con varios de estos emprendedores para estudiar la posibilidad de que su situación mejorase. La idea era de que estos estoicos emprendedores de la actividad pecuaria informal, a partir de los activos que poseían y explotaban se convirtieran en competitivos microempresarios de la moderna industria agropecuaria, por lo que, sobre la base de las relaciones de parentesco que se tejían al interno de la actividad que venían desarrollando, les propuse que se constituyeran en microempresas familiares bajo la forma de personas jurídicas, como: sociedades anónimas o sociedades de responsabilidad limitada.
Profeso la creencia de que el Perú es un país con muchísimos emprendedores y muy pocos empresarios. He dirigido por varios años un programa de capacitación de emprendedores en la ciudad de Iquitos, al mismo tiempo que he asesorado a un número bastante amplio de pequeños empresarios en varias ciudades del país, y sé por ello, que entre emprendedor y empresario median sustanciales diferencias, que solo pueden ser superadas si es que se orienta y revalora la convicción y experiencia del primero. A diferencia del empresario que opera bajo una razón social, una dirección empresarial, tiene una clientela, paga impuestos, y es sujeto de crédito; el emprendedor solo tiene la férrea determinación de llevar adelante un negocio, pero no posee realmente una empresa.
Rememorando una frase de Egórov, que dice: “Ver el polo Norte no es difícil. Lo difícil es llegar hasta el lugar desde el que pueda verse”, construimos nuestro propio slogan de trabajo, que decía: “Ver el éxito empresarial no es difícil. Lo difícil es llegar a un punto del pensamiento desde el cual se le pueda divisar”. Ese punto del pensamiento era sin duda las declaraciones de visión y misión empresarial, que había que comenzar a formularlas en conjunto, para lo cual incorporamos al equipo facilitador a un connotado profesional médico veterinario y exitoso microempresario en el rubro lechero.
El análisis FODA nos permitió determinar que contrariamente a la baja del precio de venta de la leche fresca en el mercado local y los altos costos de los insumos alimenticios para el ganado, que amenazaban con hacer desaparecer en el acto a estos pequeños emprendimientos; la Ley de las MYPE. y la demanda de vientres de vacunos de alto potencial genético en el mercado externo (Ecuador) e interno, se perfilaban como importantes oportunidades para la actividad pecuaria en la Región.
Paralelamente, la auditoría al ambiente interno determinó que la alta calidad de los hatos lecheros de todos y cada uno de los emprendedores del grupo, constituían contundentes fortalezas frente a la precaria gestión empresarial y a la falta de capital de trabajo, que constituían evidentes debilidades.
Una declaración de misión que dejaba de lado la leche fresca como principal producto, y que apuntaría a la producción de vientres de alto poder genético para atender la demanda del mercado interno y externo, permitió desterrar de un solo plumazo la amenaza que se cernía sobre los otrora precarios emprendimientos, para dar paso a prometedoras microempresas, cuya declaración de visión reza más o menos así: “erguirse y consolidarse como la moderna empresa familiar abocada a producir bienes y servicios agropecuarios de alta calidad que contribuyan relevantemente a la conformación de un sector ganadero altamente competitivo en la Región Lambayeque”.
A menos de un año de conformadas estas microempresas que utilizan actualmente inseminación artificial, trasplante de embriones, ordeño mecanizado, y cuentan con capital de trabajo vía la banca, han constituido recientemente el Consorcio Regional Agropecuario “Lambayeque” SAC,, que en adelante se encargará de la producción de forraje y concentrados, la conformación de un centro de recría, y la instalación de una planta procesadora de leche pasteurizada y otros derivados lácteos.
Vemos pues, como un pequeño paquete de tecnologías apropiadas y apropiables, como son: la inseminación artificial, el transplante de embriones, el ordeño mecanizado, etc., y algunos conceptos elementales de la administración científica (análisis FODA), fueron en este caso, medios e instrumentos suficientes para cambiar en poquísimo tiempo, la actitud inefectiva de todo un conjunto de familias que por varias generaciones venían desarrollando la actividad pecuaria en torno a viejas creencias y falsos paradigmas, como los siguientes: a) los empresarios nacen, no se hacen; b) cualquiera no puede comenzar un negocio; c) los empresarios quieren todo para ellos; d) los empresarios pagan su éxito con estrés y salud; e) los empresarios deben ser jóvenes y enérgicos; f) los empresarios son “lobos solitarios”, no pueden trabajar en equipo ni asociarse; g) el dinero es lo más importante para ellos, necesitan mucho de eso para comenzar; h) emprender un negocio es costoso y generalmente termina en fracasos; j) a menos que tenga un coeficiente de inteligencia elevado, nunca será un empresario exitoso.